
Cuando era niña quería ser la hija de la patrona… por los privilegios que veía en su vida, después me arrepentí la verdad mi mamá era y sigue siendo más chida.
De niña me gustaba jugar a las Barbies pero más me gustaba salir a correr por la calle, patinar de esquina a esquina, refugiarnos en la sección de cuentos y revistas del Sanborn’s de la esquina, ir al enorme estacionamiento de atrás de mi casa era la neta.
Mi caricatura favorita: Candy Candy, que en realidad fue la primer telenovela que ví, eran los tiempos de Chispita, de chiquilladas y de Cachun Cachun (chin ya revelé datos relevantes sobre mi edad; jejejeje).
De niña fui muy deportista, mi primer cumbre fue a los 8 años en el volcán de la Malinche (4 461 msnm) es ese uno de mis momentos inolvidables de la vida; sigamos con la actividad física: fui a natación de los 7 a los 15, y tome clases de baile polinesio más menos en el mismo periodo.
Nunca fui una buena alumna, de hecho el 3° de primaria estuve a punto de reprobarlo pero no fue mi culpa!!! La maestra yucateca me tenía tirria. Porque tampoco era pésima para aprobar me hicieron un examen de la SEP y salí muy bien.
Lástima que pasa el tiempo me encantaría seguir siendo niña… si el tamaño lo sigo teniendo pero ya no es igual.